SALUD MENTAL

SALUD MENTAL

Los jóvenes son el presente y deben ser el futuro

Como madre y como profesional del ámbito psico educativo no puedo más que volver a poner en relieve la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar el tema de la Salud Mental, en la población en general y en los jóvenes en particular.

Dirijo un centro de psicología, pedagogía y trabajo social, en el que acuden cientos de personas y familias, desde niños hasta adultos. Colaboramos además con más de 30 centros escolares e imparto decenas de conferencias, con lo que conozco, de primera mano, la dolorosa situación que viven y vivimos en referencia a la salud mental.

La “era post covid”, ha dejado mucha huella en el camino, mucho más de lo que podíamos esperar. Pusimos el foco en el confinamiento y las repercusiones han venido, en muchos casos, a posterior.

Permitirme que me centre un poco más en la juventud. Hace ya dos años, acudí invitada a colaborar en una ponencia sobre salud mental organizada por un Ayuntamiento. Rodeada de políticos y particulares, dejé constancia en mis palabras que, sin duda, la salud mental era una responsabilidad de todos y todas. Que no se podía mirar hacia otro lado. Ya no.

Los jóvenes se mueren y se lesionan delante de nuestros ojos.

Ahora, en honor a la justicia, diré que se han ido dando mínimos pasos para ir abordando estos temas. Pero han sido, más pasos sociales de concienciación, gracias también a los medios de comunicación y a agentes implicados, que ofrecen casi altruistamente su apoyo, como son los equipos de los centros escolares o profesionales, como en mi caso y seguro que muchos otros, que no dejan a una persona con intentos autolíticos sin atender aunque no tenga recursos, que no realmente por el aumento en los recursos económicos de las instituciones públicas, especialmente hospitales, centros de salud o centros escolares donde en los equipos interdisciplinares siguen, sin duda, faltando psicólogos y otros profesionales que puedan dar apoyo de calidad.

A los centros escolares se les han dejado solos mientras tienen que perseguir asustados a las y los menores que saben que están en tratamiento por riesgo de suicidio para evitar la peor de sus pesadillas y una gran tragedia.

L@s orientadores no tienen tiempo para poder atender a todos los múltiples casos con necesidades con las que se encuentran. Porque no olvidemos, que en los centros escolares conviven, como debe ser, alumnado con TDA, TDAH, TEA-espectro autista, necesidades educativas, dificultades de aprendizaje, AACC y un largo etc.

España destina un 5% a salud mental! Irrisorio, verdad?. Nos preocupamos de si sube o baja el paro, de si sube o baja el IPC, de si tenemos más parques en nuestros municipios y en función de las flores plantadas votaremos el próximo 28 de mayo en las municipales, de si hay luces de navidad o no…y mientras, seguimos viendo nuestras consultas llenas de jóvenes con los brazos repletos de cortes, con ingresos en urgencias psiquiátricas, con desesperación, depresión, con trastornos de alimentación, con consumo de sustancias como vía de escape, con sexo compulsivo como modo de agarrarse a la vida,… Mientras seguimos viendo cómo se nos van mientras les agarramos fuerte. Mientras nos producen noches de insomnio buscando soluciones.

  • 3 millones de personas tienen un diagnóstico de depresión en España.
  • Las hospitalizaciones por autolesión se han cuadriplicado.
  • Se estima un aumento del 300% en los hospitales madrileños de atención en urgencias a adolescentes con ideas de suicidio o ánimo depresivo grave.
  • Según la fundación ANAR han pasado de 57 caso en 2009 a 3200 en 2021.
  • En España se suicida 11 personas cada día. 4003 suicidios en el 2021. 2982 hombres y 1021 mujeres. 310 menores de 30 años.

Deberíamos preguntarnos que hacer. Que necesitan.

Existen dos perfiles no siempre contrarios… Los que sus actos son de ideación suicida y los que son autolíticos (autolesiones no suicidas) es decir, actos conscientes para hacer daño a su cuerpo pero que a priori el fin último no es quitarse la vida, sino que lo utilizan como modo de gestionar su estrés y ansiedad. Como modo de enfrentarse a una situación emocional. Es obvio para cualquiera, que cuando un joven busca a través del “cutting” o cualquier otra autolesión gestionar su ansiedad, es que no le hemos ofrecido otras herramientas “no agresivas” para hacerlo.

Buscan la liberación de sus emociones “negativas” como la ira, el enfado, la frustración… o en muchos casos un dolor incluso más intrínseco, un dolor mental y emocional profundo que les cuesta identificar.

La autolesión les reduce la ansiedad, les frena el malestar y así lo sienten y así lo verbalizan. En ese momento se centran en un dolor físico autoproducido, mucho más controlable y gestionable. Todo el organismo pone el foco de atención en ese punto.

Sin duda, toda la sociedad en su conjunto deberíamos tomar conciencia de la situación.

Las autolesiones y diversas conductas que muestran un problema en referencia a la salud mental, se están haciendo visibles. La parte positiva de esto es que cada vez se habla más de ello, se está eliminando la barrera de la estigmatización, pero deberemos tener cuidado de no caer en una banalización por contagio social que nos llevaría a dificultades añadidas.

El joven que se creía invencible hasta ahora, se enfrenta ya a la muerte. Personalmente, creo que lo vivido con el Covid si ha tenido mucho que ver. Los jóvenes apenas habían visto la muerte, como mucho alguno la de sus abuelos. Es una generación que no vivió ETA, ni ninguna guerra, ni ninguna catástrofe natural y de repente sus días pasan viendo en las noticias cientos de cadáveres, padres y madres angustiados, abuelos protegidos (o no por desgracia en muchos casos dentro del sistema de salud pública) y un miedo constante a la muerte. El concepto de muerte se naturaliza, los ataúdes se visibilizan…

Comienzan preguntas de qué es la muerte, como se muere uno, la muerte es cercana, está aquí, que se hace con uno cuando se muere… La desazón por el futuro llega a las familias…”para que preocuparnos por el futuro si de repente aparece un bicho y nos mata a todos” fue un mensaje social propagado. Este mensaje ha estado implícito y explicito durante demasiados meses. Y sin duda, creo que ha modificado la relación de una generación con la muerte. Junto, por supuesto, con otros cambios psico sociales fusionados con las propias complicaciones de la adolescencia que han derivado en la tremenda situación actual que vivimos.

Desde estas líneas y mi máxima humildad seguiré confiando en el Ser Humano.

Hago un llamamiento a las instituciones públicas, a las Comunidades Autónomas, en mi caso la de Madrid, para que invierta en los centros médicos, en los hospitales, en unidades de intervención psico social integral con equipos interdisciplinares y en los centros educativos para apoyar la salud mental.

Es imprescindible ofrecer apoyo a los colegios e institutos, ya que en muchos casos son los primeros detectores de situaciones de riesgos y deben convivir e intentar apoyar y acompañar a un alumnado en muchas ocasiones con niveles de ansiedad altísimos y situaciones emocionales muy complejas.

Hago un llamamiento para que dejemos de vender slogans políticos que no valen para nada y trabajemos por la sociedad.

Hay que intervenir, pero más importante aún si cabe, prevenir.

Los colegios e institutos son un punto fundamental de prevención. Hay que ofrecer a los niños y jóvenes herramientas de gestión emocional y gestión del estrés y la ansiedad. Está demostrado que los jóvenes más preparados emocionalmente, que los jóvenes educados con mayor inteligencia emocional, tienen menos riesgo de sufrir depresiones e intentos de suicidio. Y hay que ofrecer apoyo y herramientas a las familias para que puedan detectar posibles riesgos en sus hijos y cercanos, para que se familiaricen sin miedo y para que puedan apoyarles cuando sea necesario. Es imprescindible ofrecer espacios a las madres y padres para abordar la salud mental desde la prevención hasta la intervención integral.

Desde todoape seguiremos apoyando allí donde sea necesario

Los jóvenes nos necesitan y nosotros necesitamos de ellos.

Seamos compañeros fieles y firmes de camino.

Sabina Pera

Fundadora y Directora de todoape